¿Cómo sé si necesito una plantilla para correr?
Lo primero que había que comentar es que no todos los corredores necesitan plantillas u ortesis para practicar esta disciplina deportiva. Hay muchos corredores que han adaptado su técnica de carrera a sus necesidades biomecánicas porque, aun presentando algún tipo de desequilibrio en el cuerpo, lo han compensado. Por este motivo, en este caso no necesitarían ningún tipo de tratamiento. Por otra parte, existen tipos de pie que por su morfología si precisarán los soportes plantares. Hay pies, por ejemplo, que por su forma realmente sorprende que sean capaces de soportar una carrera de 42 km, como una maratón, y otros que, a pesar de tener una estética y anatomía muy agradecida, se lesionan constantemente. Hay que tener en cuenta que el pie está formado por 27 huesos e innumerables músculos, ligamentos y articulaciones que han de funcionar perfectamente para ser capaces de soportar las fuerzas que se le aplican durante la carrera. Cuando este funcionamiento no es el correcto es cuando se desencadena automáticamente la lesión.
La actividad deportiva de la carrera a pie, genera una gran cantidad de presiones y fuerzas que pueden producir lesiones, sobrecargas, o incluso roturas de algunas estructuras, si durante la práctica de esta especialidad existe algún tipo de desequilibrio o de desalineamiento en la biomecánica de los miembros inferiores.
Es muy importante recalcar y concienciarnos de que no debemos de fiarnos de exploraciones realizadas por empresas comerciales dedicadas a la venta de material deportivo o utilizar plantillas estándar porque podrían perjudicarnos. Lo recomendable es acudir a un podólogo para que realice un buen estudio, valore el tipo de pisada y la biomecánica del miembro inferior. Si atendemos a que el podólogo es el profesional sanitario con un mayor conocimiento sobre el funcionamiento del pie, vemos que es fundamental que todo tipo de corredor, ya sea amateur o profesional, visite a este especialista para poder disponer de un diagnóstico adecuado, evitar dolencias y optimizar la marcha. Precisamente, una buena exploración tanto en dinámica como en estática llevará a realizar un buen diagnóstico que derivará en la recomendación del tratamiento más adecuado para esa persona en concreto. Este tratamiento puede ser la realización de plantillas para correr a medida, algún otro tipo de ortesis o solamente la recomendación de un tipo de calzado especifico para la carrera.
Las exploraciones que realizan los podólogos en sus clínicas se basan en: una exploración de la movilidad articular y fuerza muscular, una valoración de la estática y finalmente la valoración dinámica.
En la exploración articular se valoran todas la articulaciones de las piernas, incluso la espalda si elpodólogo lo cree conveniente. Para la medición articular se suelen usar goniómetros rectos y giratorios. Posteriormente, se valora la fuerza muscular. Hemos de tener en cuenta que cualquier deformidad o asimetría en cualquier parte de nuestro cuerpo va a tener una influencia en nuestra forma de caminar o de correr.
Para la valoración en estática del pie del deportista erguido existen varias posibilidades para la exploración del mismo. Éstas pueden ir desde el uso de un podoscopio, con el que se observa la reflexión de la huella plantar en un cristal, hasta la utilización de plataformas de presiones. Todos estos sistemas nos ayudan a cuantificar la cantidad de presión que ejerce el deportista, la superficie de apoyo existente y también nos permite valorar desde esta posición la alineación de espalda, cadera, rodillas, tobillos y pies, partes del aparato locomotor directamente implicadas en la macha.
A continuación, el podólogo pasa a revisar al deportista en una situación dinámica. Para esta parte de la exploración también existen en el mercado muchos sistemas. Algunos de los más utilizados con los bancos de marcha de cristal, bancos de marcha computerizados, plataformas de presiones, sistemas de combinan análisis en 2D con plataformas de fuerzas, sistemas de análisis en 3D y plataforma de fuerzas, plantillas instrumentadas con sensores que se incorporan dentro del calzado, cintas de correr con sensores de presión, etc.
Es clave concienciarnos de que una buena exploración llevará a un buen diagnóstico y a la realización de un tratamiento personalizado. Además, es resaltable que estas recomendaciones a medida no son generales para los dos pies del paciente, sino que en la mayoría de casos se adecua un tratamiento concreto para cada uno de los dos pies del paciente en función de sus necesidades.
Una vez concluida toda la exploración, el podólogo aconsejará sobre si es recomendable o no la realización de plantillas para correr. Como he indicado anteriormente, son frecuentes los casos en que se detectan hallazgos considerados “anómalos” durante la exploración manual de las articulaciones o de la estática del paciente, que posteriormente se ven compensados durante la dinámica, por lo que en esta situación se observaría que no son susceptibles de producir lesiones y por ello no necesitarían corrección. En otros casos, el tratamiento ha de ser multidisciplinar e incluir a fisioterapeutas, osteópatas, readaptadores y otros profesionales sanitarios que permitan solucionar la patología del deportista.
En el caso de que el corredor precisara de esta plantilla existen, en el ámbito podológico, diferentes técnicas para la toma de medidas para el diseño y confección de la ortesis. Algunos ejemplos son los moldes de escayola en carga (con la presión del pie del deportista contra el suelo), los moldes de escayola en descarga, moldes con espuma fenólica o los moldes digitales con un escáner. En este sentido, hay que saber que en función del diagnóstico establecido por el profesional se elegirán un tipo de materiales u otros. Éstos son muy variados y podemos encontrarlos desde los que se moldean con calor sobre el molde del pie o los que se fresan hasta los que se adaptan, como es el caso de los plásticos, resinas de poliéster, poliuretanos, espumas, látex o etilvinil acetato, por ejemplo.
Algo que conviene señalar, es que el material del que estarán compuestas las plantillas dependerá del tipo de actividad que realice el corredor, de su peso o de la superficie sobre la que se va a entrenar, entre otros factores. No se usan los mismos materiales en el caso de corredores en los que se quiere controlar cierto grado de movimiento, que en aquellos en los que se quiera acomodar una deformidad o que se quiera aumentar la absorción de los impactos. El papel de la plantilla debe ser paliar, amortiguar, descargar e incluso neutralizar los desequilibrios de nuestro aparato locomotor, lo que influirá positivamente en el deportista reduciendo la posibilidad de lesiones e incluso mejorando su rendimiento.
Para que estos objetivos se puedan cumplir y llegar satisfactoriamente a la resolución de la patología, insistimos que es el podólogo el que ha de realizar la exploración, el diagnóstico y el tratamiento adecuado y personalizado al pie del corredor.
Fuente:http://elblogdelpodologo.com/
- 26 / 2 / 2016
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