Cefalea tensional, ¿Analgésicos o fisioterapia?
¿Quién de nosotros no ha sufrido dolor de cabeza en algún momento de su vida? La cefalea tensional es el tipo más común de dolor de cabeza, afecta al 78% de la población, en mayor medida entre los 30-45 años.
Aparece generalmente en la cabeza, el cuero cabelludo y parte posterior del cuello por lo general asociado con tensión de los músculos en estas zonas, y puede tener diversas causas, entre otras:
- Tensiones musculares en la zona del cuello, hombros y musculatura de la cara.
- Estrés
- Ansiedad
- Malas posturas
- Esfuerzos excesivos
- Problemas dentales (mal oclusión, bruxismo)
- Uso exagerado de analgésicos
- Mala alimentación
¿Como sabemos si es una cefalea tensional?
Se manifiesta por síntomas típicos, dolor sordo y opresivo (como una banda apretada alrededor de la cabeza), de forma generalizada. De intensidad leve-moderada, que no impide realizar una actividad.
A diferencia de la migraña, la cefalea tensional no cursa con náuseas ni vómitos.
La duración es variable, desde 30 minutos hasta 7 días.
¿Cómo debemos tratarlo?
En la cefalea tensional episódica, el uso de analgésicos ayuda a aliviar el dolor. Es importante no abusar de los medicamentos, el uso exagerado puede provocar una respuesta rebote, acentuando el dolor.
Su médico le aconsejará qué medicamento es el más adecuado y la duración del mismo.
En caso de cefalea tensional crónica (más de 15 días al mes), no basta con tratamiento farmacológico. La fisioterapia y la osteopatía son de gran ayuda para reducir el dolor, ya que la causa principal es la tensión muscular.
A través de técnicas manuales (masaje, manipulaciones, estiramientos, reeducación postural, tonificación de la musculatura cervical) se consigue aliviar la musculatura y mejorar los síntomas de la cefalea.
Además con este tratamiento se reduce la necesidad de tomar analgésicos de forma habitual.
¿Cómo podemos prevenir la cefalea?
Mediante una serie de pautas saludables y cambios de hábitos podremos evitar posibles dolores de cabeza:
- Llevar una dieta sana y equilibrada. Evitar los alimentos excitantes (café, chocolate, cítricos)
- Reducir el estrés: actividades como el pilates o el yoga te ayudarán a liberar la tensión y favorecer la relajación
- Higiene postural: aprender a mantener buenas posturas, evitar cualquier posición que genere tensión en la zona del cuello y hombros…..
- Ergonomía en el puesto de trabajo.
- Dormir las horas necesarias
- Realizar ejercicio físico.
La fisioterapia, como alternativa de prevención nos ayuda a reducir la tensión muscular, con el objetivo de evitar el dolor.
“No esperes a que aparezca el dolor y acude a un fisioterapeuta.”
María Castro Bolea
Fisioterapeuta
Colegiada nº 1105
- 03 / 8 / 2015
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