Alimentación durante el embarazo III
Como comentábamos en la primera y segunda parte del artículo, durante el embarazo se producen muchos cambios en el cuerpo de la mujer: cambios hormonales, aumento del volumen sanguíneo, aumento de grasa, cambios cardiacos, aparato digestivo (secreción de saliva alterada, vaciado gástrico lento, disminución de la movilidad intestinal: estreñimiento, aumento eficacia de la absorción de nutrientes), capacidad respiratoria, función renal. En algunos casos se manifiestan infecciones y alteraciones corporales durante el embarazo, una buena manera de combatirlas es con una adecuada higiene y desinfección general; así como un aporte de energía y nutrientes adecuados.
Infecciones y Metales pesados en el embarazo
Toxoplasmosis: es una infección causada por un parásito llamado toxoplasma gondii, se contagia por alimentos mal cocinados o crudos y por contacto con gatos. Implica serios riesgos para el bebé: aborto, retraso mental, problemas de vista y oído…
Las mujeres que se infectan antes del embarazo, desarrollan anticuerpos y no infectarán a su bebé. Si no tienen anticuerpos, es muy importante tomar precauciones para evitar infectarse durante la gestación. En España, se realiza una prueba a todas las mujeres embarazadas en la primera analítica para comprobar si son inmunes, y extremar las medidas de prevención si no lo son.
Medidas a tomar para prevenir esta infección:
-Higiene antes y después de manipular los alimentos
-Lavar adecuadamente frutas y verduras con agua y lejía apta para desinfección del agua de bebida a razón de 4 gotas por litro de agua
Evitar:
- consumir fuera de casa ensaladas o vegetales crudos
- carnes crudas o poco cocinadas, las carnes deben estar bien hechas por dentro
- pescados crudos
- embutidos poco curados (jamón serrano, chorizo, longaniza, salchichón…)
- huevos crudos ni la yema ni la clara
- leche o quesos sin pasteurizar
-Evitar trabajar en el jardín sin guantes
-Limpiar y desinfectar todos los elementos de la cocina a diario, y en especial después de manipular carnes
-Mantener la nevera limpia
-Evitar contacto con gatos
Listeriosis: Es una infección provocada por la bacteria Listeria monocytogenes que puede ocurrir en las embarazadas, neonatos, y pacientes con el sistema inmune comprometido. La listeria es un microorganismo resistente y puede sobrevivir e incluso seguir desarrollándose en temperaturas bajas (nevera).
-Cocinar muy bien carnes, mariscos y pescados
-Evitar:
- carnes y pescados ahumados
- ensaladas preparadas que se venden en los supermercados y establecimientos de comida, especialmente las que contienen huevos, pollo o mariscos
- leche cruda o sin pasteurizar
- queso feta, Brie, Cabrales, Roquefort o Camembert
- germinados de soja y los germinados en general
-Lavarse bien las manos siempre antes de manipular alimentos. Extremar la higiene en tu cocina y en los utensilios que utilices para preparar la comida (agua caliente y jabón)
-Leer atentamente y sigue las instrucciones de conservación de los alimentos envasados
-Lavar bien las frutas y vegetales antes de consumirlos, especialmente los cultivados biológicamente
-Recalentar todas las sobras hasta que estén humeantes
-Los productos enlatados o no perecederos que no necesitan refrigeración se pueden comer
-Evitar contaminación cruzada
-Revisar la temperatura de tu nevera (2-5 C) y congelador (0- bajo 0)
Pescado y mercurio: El mercurio es un metal que a determinadas dosis es perjudicial para la salud y especialmente para las mujeres embarazadas y niños pequeños. Una de las principales entradas de mercurio a nuestro organismo es a través del consumo de pescado azul de grandes dimensiones, concretamente del atún, del pez espada y del emperador.
Del aire al mar. De las algas al pescado. Del pescado al hombre
Casi todos los peces y mariscos que consumimos tienen algunos restos de mercurio. Los que tienen menos son los pequeños peces filtradores (filtran el agua para alimentarse del plancton) como la sardina y la anchoa.
También depende del mar o la zona donde viva el pez, según los niveles de contaminación de las aguas. Finalmente, también depende del órgano y tejido en cuestión: el hígado y las gónadas suelen contener concentraciones más elevadas de mercurio que el músculo.
Para no renunciar a los beneficios del pescado azul, hay que elegir pescados pequeños. El consumo de boquerón, (anchoa), sardinas, jureles, chicharros, caballas ofrecen el mejor equilibrio entre un contenido alto en omega 3 y bajo en contaminantes y son la mejor opción para seguir la recomendación de consumir pescado.
Fuentes: AESAN y Guía de alimentación de la SENC (2004)
Mª Luisa Álvarez Sauras
Dietista-Nutricionista
Col. ARA00137
- 14 / 9 / 2015
- 1